Qué es un café cortado y cómo hacerlo

Si perteneces al mundo de la hostelería te gustará conocer las distintas formas que tienes para sorprender a tu clientela. Y parte de esa sorpresa puede estar en algo tan sencillo como un café cortado. Y es que en un solo sorbo se puede marcar la diferencia de que ese cliente decida volver a tu establecimiento para probar de nuevo el mejor café cortado que haya disfrutado jamás. Ese que te saldrá si sigues las recomendaciones para conocer todo acerca del café cortado y los secretos para hacerlo a la perfección.

¿Qué es un café cortado?

Este tipo de café que se suele servir, como manda el protocolo, con poca leche (repetimos, poca) y en una taza pequeña nos lleva al instante hasta el Mar Mediterráneo en su cuerpo, su aroma y delicioso gusto. Una tradición muy nuestra que todo aquel profesional que se precie prepara con mimo ya que sabe cómo hacerlo.

Aunque en cada región se elabora de una manera diferente, lo más común es que un café cortado se sirva como si fuese un espresso en una taza o vaso corto y se añada a continuación un chorro de leche muy caliente para que se funda con ella la intensidad que desprende este café solo. Si en el caso de una café con leche se suele añadir ambos ingredientes al 50%, en el cortado el café gana terreno en el recipiente mientras despliega su fuerza, sabor y olor inconfundible.

Diferencia entre un cortado y un café con leche

La principal diferencia entre un café cortado y uno con leche es la que acabamos de mencionar: la cantidad de leche que se añade. Sin embargo, no es la única. En un cortado la leche solo rebaja un ápice el café y no se vaporiza para no hacer espuma, sino que se echa de modo ligero y sin más pretensiones que la propia mezcla.

Cómo hacer un café cortado

Como hemos dicho, el café cortado es un espresso al que apenas se le agrega alguna gota de leche para reducir en cierta manera la acidez y amargura que pueda tener el café solo. Para lograr el cortado perfecto lo primero de todo es tener a mano los ingredientes y herramientas indispensables para hacer como se debe y no son otros que leche espumada y café espresso que serán los dos protagonistas de un cortado que en menos de 5 minutos estará listo. Impresiona a tus clientes con los pasos precisos para lograr la combinación ganadora en el paladar.

Paso 1:

Lo primero que se hace es preparar por separado un espresso.

Paso 2:

A continuación, se calienta la leche con espumador para que de esta manera se obtenga la consistencia cremosa que se desea. Lo ideal es que la leche esté tan caliente que llegue a los 65º.

Paso 3:

La leche que tenemos ahora mantiene la dulzura natural de la misma y se añade, en pequeñas dosis, sobre el café espresso que ya está en una taza pequeña.

Tipos de café cortado

No hace falta mucho más misterio para disfrutar de un delicioso café cortado en sí mismo, pero si quieres conocer todos los secretos sobre esta bebida milenaria te contamos los tipos de café cortado que existen para dar un toque especial en tu establecimiento y diferenciarte de lo que hace la competencia: 

 

- El espresso cortado: el clásico al que hemos hecho referencia para saber cómo se hace un café cortado perfecto y al que se le añade en su caso un poco de leche previamente vaporizada.

- Café cortado con hielo: ideal para esas tardes de verano en las que aprieta el calor. Lo que se hace es preparar un cortado convencional y volcarlo una vez listo en un vaso con hielos, removemos un par de segundos y beberlo antes de que se agüe demasiado. También podemos retirar los hielos si nos lo queremos tomar con tiempo y sin prisa alguna.

- El café doble cortado es fácil de entender ya que son dos espressos que se preparan de forma previa en una taza grande y a los que se añade la leche vaporizada bien caliente.

- Por último, el cortado largo es un café largo (un espresso preparado en el doble de tiempo con doble cantidad de agua) para que la intensidad y el sabor se rebajen al mismo tiempo. No lo confundas con un café americano; en su caso al café recién hecho se le añade agua.

Después de todo esto no tendrá para ti secretos el café cortado y sabrás prepararlo con mimo y esmero (y casi con los ojos cerrados). De esta forma mantendrás viva la tradición de este tipo de café que equilibra perfectamente el sabor intenso del espresso con la suavidad de la leche.